lunes, 5 de junio de 2017

Matar es fácil - Agatha Christie

Matar es fácil - Agatha Christie
Este año he creado una lista de cosas que tengo que hacer antes de morir, entre ellas se puede encontrar: aprender inglés, escribir un libro, plantar un hijo, tener un árbol y, por último, leerme toda la bibliografía de Agatha Christie. De la autora me he leído un sinfín de títulos pero como que nunca me apunto qué libro me he leído tengo, en mi cabeza, un cacao mental descomunal. Para solucionarlo he decidido leerme todos los libros en un orden concreto... ¿por orden de publicación? Pues no, por orden en que la editorial Orbis decidió ordenar en el 1987 la obra completa de la autora. Así que el título de la señora Christie que el iluminado de Orbis decidió que fuera el primero es: Matar es fácil.

Por desgracia ahora todas las obras me suenan, ya sea por haberla leído o haber visto la serie de televisión, así que no estoy seguro si ha sido mi primera vez con este título o no. Pero bueno, ahora ya puedo tacharlo con seguridad de la lista.

En general es un título entretenido pero no pasará a la historia de mi vida por haber conseguido con su lectura una orgía de placer neuronal. Tanto es así que después de un tiempo de habérmelo leído, ya no me acuerdo quién pollas era el asesino. Eso me pasa por no tener memoria.

Bueno, empiezo explicando un poco su argumento. El resumen es que una vieja cansina se encuentra a un expolicía en un tren y, como que la señora no tiene vida propia, decide explicarle al pobre señor (que no tiene ninguna culpa) las batallitas de su vida. En eso que sin venir muy a cuento, muy de señora mayor la verdad, le comenta que en su pueblo de mala muerte hay un asesino en serie y ella ha descubierto quién es. Después de comerle la oreja durante horas la muy retardada no le confiesa el nombre del asesino porque es mejor esperar y llegar a la comisaria. También es cierto que si lo hiciera la novela acabaría en la página 10 y no tendría ninguna puta gracia. En fin, que por sorpresa la vieja no llega a la comisaría viva porque la atropellan, así que el expolicía decide ir a investigar. El muchacho se pone las pilas, investiga, descubre al asesino y final de la obra.

Y entre medio de todo ese berenjenal de muertes y destrucción el protagonista tiene una aventura amorosa y se casa. Y es en este punto que yo digo: ¡¡¡BASTA!!!! ¡Basta ya de meter historias de amor a la fuerza! ¿El protagonista está soltero? Pues bien por él, que fornique con todas las mujeres atractivas que le dé la puñetera gana  hasta que lo mate una venérea. O que se masturbe porque ninguna mujer lo quiere. Da igual, me la trae floja. Pero por favor, basta ya de chico encuentra chica y mientras encuentran al asesino el amor nace y estalla creando un maldito arco iris gigante de azúcar glasé. ¡Joder! ¡Basta ya!

PD: Por cierto, yo quería que la abuela del principio, la cansina que le come la oreja al expolicía en el tren, fuera la asesina en serie y que por un infortunio del destino no puede continuar matando porque muere atropellada por un coche.

0 comentarios:

Publicar un comentario